En los noventa,
se formó en el país balcánico una coalición multipartidista que en poco más de
un año ganó las primeras elecciones libres y acabó proclamando la independencia
de Yugoslavia
Una coalición al margen de
los partidos, con unas siglas que superen la lógica de las fuerzas políticas
tradicionales y que, si gana las elecciones, prepare el terreno durante una
legislatura corta para acabar construyendo y proclamando la independencia. Este es el plan de Mas, una fórmula que podría estar inspirada en un
experimento similar que tuvo lugar en Eslovenia a principios de los 90, aunque en un marco bien
distinto: la desintegración de la antigua Yugoslavia.
Se trata de Demos, una coalición
de cinco formaciones que nació en 1990, ganó al cabo de poco tiempo –en abril-
las elecciones en Eslovenia y proclamó la independencia de la exrepública
yugoslava en junio de 1991 para disolverse un año después. El vínculo entre
Demos y el modelo de candidatura que propuso
Mas en su conferencia sobre el plan
soberanista tras el 9N lo ha sugerido
Jaume Clotet, responsable de comunicación de la secretaría de Asuntos Exteriores
de la Generalitat, adscrita al departamento de Presidència. En una serie de
tuits, Clotet no solo ha recordado la experiencia eslovena sino que también ha
remarcado que Demos estuvo formado por partidos muy distintos aunque la mayoría
en la órbita del centroderecha. En concreto, liberales, socialdemócratas,
socialcristianos, la Alianza Agraria y los ecologistas.
El contexto de la coalición Demos era, no obstante, bien distinto. Esta
reunión de fuerzas políticas fue posible en plena desintegración de Yugoslavia
y, en concreto, tuvo su impulso como oposición al gobierno comunista que
ocupaba el poder hasta entonces. En un contexto de disolución imparable del
bloque del este, la Liga Comunista eslovena fue el primero de las exrepúblicas
yugoslavas en permitir elecciones multipartidistas, las primeras en más de
cinco décadas. La convocatoria urgió a las fuerzas de la oposición y
prooccidentales a unir fuerzas y a constituirse como un bloque contrario al
hasta entonces partido único. Bajo el liderazgo del carismático líder opositor
del régimen, Joze Pucnik -un auténtico padre de la patria para el país
balcánico: el aeropuerto de Liubiana lleva actualmente su nombre; Demos logró
una clara victoria en las elecciones de abril con el 54% de los votos mientras
que los excomunistas solo obtuvieron el 17%.
Fue elegido presidente el liberal Lojz Meterle y en un periodo muy corto la
coalición fue capaz de llevar a cabo una serie de reformas encaminadas a la
democratización política y la liberalización económica. Pero también fue Demos
la unión de fuerzas que preparó Eslovenia para constituirse como un nuevo
Estado independiente, algo que logró en junio de 1991 –el mismo día que
Croacia- con una declaración parlamentaria que no evitó un corto periodo de
conflicto militar. Y lo cierto es que el gobierno esloveno se estuvo preparando
para la posibilidad de que estallara una guerra como así fue, haciéndose con el
control de ciertas estructuras bélicas con apoyo occidental. La guerra duró
diez días y fue la menos de las sangrientas de la antigua Yugoslavia: no se
llegó al centenar de víctimas mortales.
Tras el conflicto y la consolidación del nuevo Estado –por primera vez
Eslovenia se constituía como Estado independiente-, la coalición dejó de tener
sentido, produciéndose los primeros desencuentros entre socios, y fue disuelta
definitivamente en junio de 1992. En todo caso, queda para la historia una
unión de fuerzas políticas de signo distinto configurada para un periodo corto
de transición y que acabaría con la constitución de un nuevo Estado. En este
sentido, no cabe duda que puede establecerse como un posible modelo que haya
inspirado a Mas en su hoja de ruta. Pero más allá de eso, los diferentes
contextos hacen imposible cualquier otro paralelismo.
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